Fuente: Centro Urbano/ Fernanda Hernández y Rebeca Romero
El pasado lunes 16 de junio, Octavio Romero Oropeza, director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), dio a conocer que se trabaja en un esquema para regularizar cerca de 145,000 viviendas que han sido invadidas a lo largo del país, y legalizar a los ocupantes irregulares.
Es decir que la meta sería identificar las viviendas con crédito Infonavit emproblemadas con el pago y que están invadidas, y ofrecer a los ocupantes irregulares la posibilidad de adquirir la vivienda a precio económico; mientras que, en el caso de que quienes ocupan la vivienda no sean derechohabientes, se les ofrecería la renta con opción a compra para hacerse de la casa.
Dicho anuncio ha provocado un fuerte debate entre diversos actores de la industria de la vivienda, quienes han advertido que, de no actuar con cautela y establecer reglas claras, la medida puede resultar contraproducente.
La iniciativa del Infonavit normaliza la invasión de vivienda: Horacio Urbano
Horacio Urbano, presidente de Centro Urbano, afirmó que la propuesta Infonavit para regularizar las viviendas invadidas normaliza la ocupación irregular de inmuebles.
El arquitecto explicó que el Infonavit ha recuperado cerca de 160,000 viviendas cuyos propietarios dejaron de pagar por alguna razón; sin embargo, el Instituto se ha percatado de que la gran mayoría de esas viviendas no están deshabitadas, sino que han sido invadidas.
«La gran mayoría de las viviendas que están recuperadas por el Infonavit en realidad están invadidas, o sea, no están deshabitadas. La gente veía conjuntos habitacionales abandonados, deshabitados, y se metía, y ahí están, llevan años ahí. Entonces, ahora lo propone el Instituto es, esas viviendas específicamente, vendérselas a quienes las invadieron», detalló.
Y, aunque reconoció que se trata de una situación compleja para el Infonavit, Urbano manifestó su desacuerdo con la medida.
«Imagínate que llamaran a toda la gente que se ha robado un coche y les dijeran ‘les vamos a dar papeles’. No me gusta, porque de alguna forma es normalizar la invasión. Entiendo que lo quieran hacer, porque esas personas van a ser muy difícil que las saquen, llevan años viviendo ahí; pero, así como va a ser muy difícil sacarlas, yo veo muy difícil que estas personas que ilegalmente invadieron una propiedad ahora estén dispuestas a formalizarse, a tomar un compromiso de un crédito, a pagar», comentó.
Asimismo, mencionó que esta propuesta podría enviar un mensaje erróneo a la población e incentivar la ocupación irregular de las viviendas. «El mensaje me parece malo, porque significa que, apenas alguien vea una casa que el Infonavit ya recuperó, la invada, porque se la van a acabar vendiendo».
«Me parece que es darle un espacio legal a la ilegalidad, pero sí entiendo que algo tienen que hacer con esas viviendas, y quizá el camino sea intentar por ese grupo de personas que las invadieron, porque a fin de cuentas las invadieron porque necesitan un lugar donde vivir», señaló en entrevista con Gabriela Warkentin.
¿Se va a regularizar la invasión de vivienda?
Por su parte, Carla Escoffie, abogada especialista en derecho a la vivienda, mediante sus redes sociales, aseguró que la invasión de viviendas no es un fenómeno espontáneo de ciudadanos, sino una consecuencia de «acciones y omisiones del Estado Mexicano en materia de vivienda».
Y consideró que, antes de atribuir culpabilidad a quienes ocupan, es necesario cuestionar por qué no existen alternativas accesibles y dignas.
En ese sentido, la experta explicó que la propuesta del Infonavit no pretende regularizar las invasiones.
«Están planteando que, en lugar de recuperar viviendas, dárselas a gente necesitada para luego desalojar a los ocupantes, se parta de quienes ya están ahí. Dependiendo, claro, del contexto, estatus y a cuál de las tipologías que ya mencioné se encuentra.
«Esto no quiere decir: 1. Que se van a poder meter a tu casa y el Infonavit se las va a dar. Son de casas Infonavit abandonadas en un periodo y un listado específico. 2. Que todas las viviendas vayan a ser otorgadas única y exclusivamente a personas que ocuparon esas viviendas», indicó.
¿Por qué se oponen los empresarios?
Ante el anuncio de la creación del programa para regularizar vivienda abandonada y ofrecer la oportunidad a los ocupantes irregulares de adquirirlas, diversos organismos empresariales, incluidos la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), se pronunciaron en contra de la propuesta.
Juvenal Lobato, integrante de la Comisión Nacional de Vivienda de Coparmex, explicó que la Confederación rechazó la propuesta debido a la falta de claridad sobre el mecanismo de operación del programa.
«Afirma que se busca regularizar a aquellas personas que hayan invadido, o que estén ocupando las casas que a su vez fueron abandonadas por acreditados del Infonavit, pero nos parece que no hay claridad en cuanto a la manera de hacerlo, porque pareciera ser que el mensaje es que se va a regularizar lo ilegal», indicó.
El especialista destacó que el anuncio hecho por Octavio Romero podría interpretarse como una oportunidad para legalizar un acto ilegal, que, además, afecta tanto el ahorro como el patrimonio de los derechohabientes del organismo.
«Si alguien está ocupando indebidamente un determinado inmueble, en particular, de los que el Infonavit otorgó el crédito para que se adquirieran, y se abandonaron o se vandalizaron y llegaron estas personas a ocuparlo, pareciera ser que esta actividad que no es legal se busca legalizar con decirles: ‘Oye, vamos a darte una opción de renta y eventualmente una opción de venta'», comentó.
Lobato destacó que, si bien la idea de regularizar las viviendas emproblemadas o abandonadas es necesaria, debe hacerse bajo un esquema enfocado en beneficiar a los derechohabientes del Infonavit. Recordó que, en algunos casos, los acreditados del organismo que abandonaron sus viviendas lo hicieron porque la vivienda no representaba un beneficio para ellos.
«Puede haber situaciones donde personas que dicen ‘Oye, yo saqué un crédito, ya no lo pagué porque me salí de esa casa porque estaba alejada, no tenía servicios». Y resulta que buscan no emplearse de manera formal para que su nuevo patrón no les siga descontando el monto del crédito, y dicen ‘Por qué voy a seguir pagando algo no estoy ocupando’ Ahí es donde viene la labor del Instituto del conocimiento de esas de esas situaciones y de buscar darle la solución», afirmó.
Otro de los aspectos sobre el cual los empresarios mostraron su preocupación es sobre que el Infonavit beneficie o apoye a no afiliados. Recalcó que el Infonavit está conformado por dinero de los trabajadores, fondos que deberían ser únicamente destinados a resolver los problemas de vivienda de sus derechohabientes.
«Sí es un problema el de vivienda en general, que no solamente afecta a los derechohabientes, pero el Infonavit tiene una función específica. El Infonavit no es la Sedatu, no es la Conavi, quienes sí podrían buscar soluciones para la gente que no es derechohabiente y que busca una vivienda. Pero en el caso de los recursos y de las casas vinculadas con el Infonavit, es claro que solamente puede ser para ellos», apuntó.
Juvenal Lobato asegura que, desde Coparmex, están convencidos de que el número de viviendas abandonadas o emproblemadas debe mitigarse. Sin embargo, debe hacerse bajo un esquema más detallado.
«No podemos, incluso como sector patronal, cerrar los ojos y hacer como si no pasara nada. Por supuesto que hay viviendas abandonadas, viviendas vandalizadas, que incluso en algunos casos, según se nos ha dicho, eran o son utilizadas incluso por el crimen organizado, y esto, la verdad, no podemos dejar de verlo, dejar de observarlo. Sin embargo, lo que sí creemos es que la solución que planteó el Director General en la mañanera no es la adecuada», concluyó.
CMIC pide cautela para regularizar viviendas invadidas
Luis Méndez Jaled, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), pidió analizar cuidadosamente las implicaciones legales y sociales de esta iniciativa.
«En primera instancia, uno podría pensar que no es justo. Si una persona se posicionó de manera ilegal en una vivienda y ahora se le otorgan beneficios, no suena legal ni soberano», señaló.
El líder del gremio constructor reconoció que el objetivo de esta iniciativa del Infonavit puede ser rescatar y reactivar viviendas en situación de abandono y conflicto, pero advirtió sobre los riesgos de institucionalizar una práctica que podría convertirse en incentivo para futuras ocupaciones ilegales.
Asimismo, puntualizó que muchos de estos casos se encuentran estancados en procesos legales sin resolución a la vista, por lo que la intención del Infonavit parece ser encontrar una vía para recuperar el valor de estos activos, permitir su reintegración al sistema y generar nuevas oportunidades de financiamiento para más vivienda.
No obstante, enfatizó que es fundamental evitar que esta medida envíe un mensaje equivocado a la ciudadanía.
«Quiero entender que el espíritu es conseguir este recurso para poder capitalizar más créditos o ejercicios para tener más vivienda, pero hay que tener cuidado con que eso no sea un incentivo para que se convierta en una práctica; es decir que yo voy y me posiciono en una vivienda, y dentro de cinco años me van a dar un planteamiento para poderla adquirir. Sabemos que los hábitos terminan convirtiéndose en leyes», advirtió.
Oportunidad para garantizar el derecho a la vivienda
Por otro lado, Hábitat para la Humanidad sostiene que el debate debe centrarse en el derecho humano a una vivienda adecuada y en cómo garantizar que este derecho se ejerza sin afectar otros igualmente fundamentales.
Luis Armenta, director de operaciones de la organización en México, explicó que Hábitat parte de una postura clara: la vivienda debe ser vista y protegida como un derecho, no solo como un bien comercial. En ese sentido, respaldan toda iniciativa que amplíe el acceso a una vivienda digna, siempre y cuando se respeten también otros derechos, como la propiedad privada.
«No se puede ejercer un derecho eliminando otro. El derecho a la vivienda y el derecho a la propiedad son complementarios. Por eso es clave que estas acciones se realicen dentro de un marco legal y socialmente responsable», señaló en entrevista con Centro Urbano.
El vocero también aclaró que, según lo que se ha informado públicamente, la iniciativa del Infonavit no busca despojar a propietarios, sino regularizar viviendas ya recuperadas legalmente por el Instituto, lo cual la aleja del conflicto que podría implicar una política de legalización indiscriminada de invasiones.
Armenta reconoció que existe una preocupación legítima de que este tipo de programas pueda incentivar nuevas ocupaciones. Sin embargo, insistió en que es apresurado emitir juicios sin que se publiquen las reglas de operación del programa.
«Una vez que se conozcan las reglas, podremos opinar con mayor fundamento. Por ahora, la propuesta abre un debate necesario sobre cómo se ha construido la vivienda en México», explicó.
En su análisis, uno de los grandes problemas del modelo habitacional del país ha sido la edificación de viviendas sin considerar las necesidades reales de las personas ni su entorno social. Esta desconexión ha llevado a que miles de viviendas sean abandonadas, generando zonas fantasmas sin servicios ni comunidad.
En ese sentido, el directivo de Hábitat México subrayó que es indispensable incluir a las familias en el proceso de recuperación y adecuación de estas viviendas. Destacó que el 60% de la vivienda en México es autoproducida, es decir, construida directamente por quienes la habitan.
«La cultura de la autoconstrucción es participativa, inclusiva y está profundamente arraigada. Entonces, ¿cómo integrar esa lógica con un modelo de vivienda ya construida, muchas veces estandarizado y alejado de las necesidades familiares?», planteó.
Para Hábitat, agregó, la clave está en poner a las personas en el centro, permitiéndoles participar en el diseño, adaptación y uso del espacio, lo cual fortalece el sentido de pertenencia y evita futuros abandonos.
¿Quiénes son los invasores de vivienda?
‘Abril’ es una joven de 28 años. Debido a que sus padres son divorciados y cada uno formó una familia, ella tuvo que independizarse joven. Abandonó la escuela, ya que necesitaba trabajar.
Desde el inicio de su vida laboral ha trabajado de manera informal, en negocios pequeños o por su cuenta, por lo que no está registrada ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ni es derechohabiente del Infonavit. A causa de los empleos que ‘Abril’ ha conseguido, enfrenta problemas económicos; hay veces en que ni siquiera puede cubrir la renta del lugar donde vive, por lo que ha tenido que cambiar de casa varias veces.
En 2024, en un intento por ayudarla, su mamá le da la sorpresa de que le compró una casa, en Tecámac, Estado de México. ‘Abril’ se muda a su nuevo hogar, comienza a amueblarlo, a instalarse y consigue un empleo cercano, en una rosticería.
Un día, estando en su nuevo trabajo, uno de sus nuevos vecinos llama a ‘Abril’ para avisarle que alguien se ha metido a su casa. Sacaron sus cosas a la calle, pusieron una cadena en la puerta y colgaron una lona con el logotipo de un presunto sindicato relacionado con actos de delincuencia.
Al verificar esta situación, ‘Abril’, en compañía de su mamá acude a la Fiscalía a levantar una denuncia; para realizar este proceso, les solicitan las escrituras del inmueble. En ese momento, la madre de ‘Abril’ explica que le compró la vivienda a una persona perteneciente a otro presunto sindicato, supuestamente contrario al grupo que ‘invadió’ la casa. La mujer compró el inmueble por 50,000 pesos, pero no le dieron ninguna escritura, factura ni documento que acreditara la compra.
Al no poder levantar la denuncia, ‘Abril’ y su mamá vuelven a la vivienda y, al poco tiempo, llegó un grupo armado para cerciorarse de que la vivienda seguía ‘resguardada’. Ante las amenazas y violencia del grupo, las dos mujeres explican cómo fue que adquirieron la vivienda, pero un hombre, que se identificó como un miembro del supuesto sindicato, les afirmó que él era dueño del inmueble, sin mostrar ningún tipo de escritura.
El hombre les dijo que, ya que había ‘recuperado su casa’ y que ellas no habían sido quienes la habían invadido en primer lugar, podían tomar sus cosas, que seguían en la calle’, e irse, sin ‘más problemas.
Entonces, ¿quién está invadiendo la vivienda?
Octavio Romero, informó que el organismo detectó más de 800,000 viviendas ‘emproblemadas’. De ellas, organizaciones empresariales señalan que, de las 168,000 viviendas censadas hasta el momento por la Secretaría del Bienestar, el 86% de estas, en su mayoría están invadidas.